Aquella parodia de los Beatles que gustó a todo el mundo (menos a Paul McCartney)
A mediados de los años setenta Eric Idle creó los Rutles, una parodia de los Beatles que se dio a conocer con un falso documental y un disco. Renacida la ‘beatlemanía’ gracias a la serie ‘Get Back’, muchos piden que la versión paródica tenga también su propio renacimiento
Ajeno a esos pequeños desencuentros, el público inglés disfrutó tanto de esa primera aparición de The Rutles que los productores del programa cómico estadounidense Saturday Night Live decidieron emitir el sketch. Si bien se programaron otras piezas pertenecientes a Rutland Weekend Television, fue la parodia de los Beatles la que enganchó al público estadounidense. “Tras la emisión, los espectadores empezaron a escribir cartas diciendo ‘¡Traed de nuevo a los Rutles!’, ‘¡Que se vuelvan a reunir!”, recordaba Neil Innes que, como todo el equipo de Rutland Weekend Television, se sintió desbordado por la buena recepción del público del otro lado del Atlántico.
“Tuvimos tanto éxito que Lorne Michaels [productor de Saturday Night Live] me preguntó: ‘¿Qué vas a hacer ahora?”, comentaba Eric Idle. “Le respondí que tal vez estaría bien hacer un documental sobre los Rutles con la BBC y él respondió: ‘Mejor hazlo conmigo para la NBC y así tendrás más presupuesto”.
Tras aceptar la oferta de Michaels, el 22 de marzo de 1978 la NBC estrenó All You Need is Cash, un falso documental sobre los Rutles, grupo procedente de Rutland que estaba formado por Dirk McQuickly ―un bajista muy parecido a Paul McCartney interpretado por Eric Idle―, Barry Wom ―un baterista al que daba vida John Halsey y que recordaba a Ringo Starr―, Ron Nasty ―un sosias de John Lennon encarnado por Neil Innes― y Stig O’Hara ―guitarrista cuya vida recordaba a la de George Harrison y que estaba interpretado por el músico sudafricano Ricky Fataar―. Además, el reparto se completaba con actores del Saturday Night Live como John Belushi, Dan Akroyd, Gilda Radner o Bill Murray, famosos como Bianca Jagger y músicos como Mick Jagger, Paul Simon, Ron Wood o el propio George Harrison.
“Aunque es sabido que contribuyó económicamente a la producción de La vida de Brian (1979), hasta donde se sabe George no financió All You Need Is Cash, que corrió a cargo de las productoras de Idle y Michaels. Sin embargo, el apoyo del beatle supuso un gran trampolín para la película. Aportó ideas, material sobre el grupo y participó como actor en una hilarante escena, en la que interpreta a un reportero que entrevista al jefe de prensa de los Rutles, encarnado por Michael Palin, mientras una serie de personajes saquean las oficinas del grupo Rutle Corps, una divertida recreación de lo que sucedió con Apple Corps”, explica Conchi Moya.
Todo parecido con la realidad…
A lo largo de sus 76 minutos y con un estupendo uso de las imágenes de archivo, de las recreaciones de material fílmico de época, la ambientación, el vestuario y los decorados, All You Need is Cash repasa la trayectoria artística de los Rutles que, como es fácil suponer, tiene muchos paralelismos con la de los Beatles. Entre otros episodios, se recogen sus inicios en bares de mala muerte de Hamburgo, pasando por la aparición de un peculiar manager al que no le interesaba tanto la música como los pantalones ajustados que vestían los miembros del grupo, todo ello sin olvidar sus películas A Hard Day’s Rut y Ouch!, la mítica actuación en el Che Stadium —un recinto en Estados Unidos dedicado al guerrillero argentino— o el encuentro con Bob Dylan, que introduciría a los componentes del grupo en el consumo de una sustancia que tendría una enorme influencia en sus trabajos posteriores: el té.
Bajo los efectos de esa infusión, los Rutles grabarían su disco Sgt. Rutters Dart Club Band, comenzarían a interesarse por temas místicos gracias a un gurú experto en ouija y firmarían su primer fracaso como grupo: The Tragical History Tour, una película para televisión protagonizada por cuatro profesores de Historia de Oxford que hacen autostop por la campiña inglesa. Acostumbrados a ser encumbrados por la crítica y el público, la mala recepción de ese trabajo acabó haciendo mella en el grupo, cuya relación comenzaba a mostrar signos de desgaste. Aunque los Rutles todavía abordarían ambiciosos proyectos —entre los que se contaba la película de dibujos animados Yellow Submarine Sandwich—, Dirk, Barry, Nasty y Stig comenzaron a llevar vidas cada vez más independientes y a desarrollar proyectos unos al margen de los otros. Por ejemplo, A Thousand Feet of Film [”mil pies de película”], una cinta experimental que Nasty rodó junto a su novia Chastity, una artista ataviada con uniforme nazi junto a la que llegaría a dar una rueda de prensa dentro de una bañera, para “reclamar la paz en el mundo a través de la fontanería”.
“Según se cuenta, a John Lennon le divirtió mucho la cinta pues, al fin y al cabo, él y George eran los más críticos con la mitificación que habían sufrido los Beatles” ―relata Conchi Moya―. “En cuanto a Ringo, parece que también le gustó. Al que menos gracia le hizo fue a Paul McCartney, que era el beatle que se tomó más en serio el grupo y el que se encontró más cómodo con la mitificación y la fama descomunal que alcanzaron. Cuando le preguntaban por los Rutles, Paul respondía con un lacónico ‘sin comentarios’ e incluso Idle contó en alguna ocasión que coincidió con McCartney en un evento y la reacción de Paul al verle fue bastante fría. Por otro lado, en una entrevista con Richard Metzger en 2013, Neil Innes reconocía que Paul no tenía ningún problema con él, aunque entendía que estuviera molesto porque algunas andanadas de Eric Idle en la película habían sido excesivas”.
Aunque All You Need is Cash no gustase por igual a todos los miembros de los Beatles, la acogida por parte del público fue unánime. De esta forma, los Rutles se convirtieron en un grupo de culto, cuyo LP homónimo y banda sonora del filme, sin ser una cotizada pieza de coleccionista, es bastante apreciado tanto por los fans del The Monty Python como por los del grupo de Liverpool.
“En general, los fans de los Beatles sí aprecian a los Rutles y All You Need Is Cash. Pero, sobre todo, admiran la banda sonora que, lejos de ser un pastiche, se trata de una pequeña joya llena de canciones que se deslizan suavemente hacia los grandes éxitos que las inspiran y, cuando están a punto de convertirse en un tema beatle, un brillante giro las convierte en una canción de los Rutles. Los beatlemaníacos la ven como un homenaje en toda regla, irreverente e hilarante, pero hecho con amor”, explica Conchi Moya, que recuerda cómo para George Harrison, los Rutles fueron también “una forma de aligerar el gran peso de ser un beatle. Ese Boy, you’re gonna carry that weight a long time (”chico, soportarás ese peso durante mucho tiempo”) del que hablaban en Abbey Road y que, en el fondo, acarrearían siempre”.
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